Concepción consciente. 

SEXO AMOR Y CONSCIENCIA 

Este es un tema realmente apasionante para mí, es una de las cosas que más me gusta compartir con la gente, sobre todo porque lo viví, y ver el resultado de un acto tan mágico es simplemente maravilloso. Y siempre concluyo, la mejor manera de hacer un hijo, es en oración, devoción, en rendición, simplemente dejarnos ser y rendirnos, dejar que la vida y la existencia que nos crean constantemente, sea apoderen de nuestro cuerpo, nuestra vida y simplemente la repliquen una vez más. 

Hacer un hijo con amor, no es igual hacer un hijo sin amor, y no significa que si engendro un hijo lejos del amor, este vaya a ser menos bueno que otro, solo que si hay una realidad latente y es que aquello que nuestros padres nos trasmiten en nuestro aprendizaje y esta es la primera transmisión que nuestro padre hicieron, si nuestra vida no es llamada y recibida en el amor, es difícil que luego sepamos que es el amor, porque nuestras células no lo reconocen. 

Y para poder estar cerca del amor y llamar con amor a un hijo, primero tenemos que llamar y recibir con amor nuestra vida. 

El encontrarnos con nosotros mismos es el primer paso para poder poner nuestra vida en disposición del otro. Cuando comenzamos a tocar la profundidad de las bases de una relación, notamos como muchas relaciones que no están consolidadas, no han sido elegidas con el corazón, sino con la razón. Esto es un factor que hace que la concepción realmente no pueda ser la canalización del alma dentro de nosotros sino que llamamos la vida del mandato o simplemente desde el ego. 

En Respiración Ovárica, Alquimia Femenina, nos solo nos interesa la concepción consciente de hijos físicos, hay una parte más profunda en todos esto y es la capacidad de concebir que tenemos las mujeres y las de transmitir la vida que tienen los hombres. 

El útero es un órgano físico y energético que actúa en forma de receptor, consciente e inconscientemente, las mujeres todo el tiempo estamos recibiendo, captando y almacenando en nuestro espacio interno (el útero) la mayoría de las personas somos mayormente conscientes del recibir, abrir y llenar, frente a una relación sexual, pero no tenemos tanta consciencia pero no tenemos tanta consciencia de que todo el tiempo estamos haciendo esto mismo. Nuestro cuerpo a través de nuestras ventanas es decir de los sentidos, es penetrado por la vida y recibe y almacena toda la información en nuestro cerebro femenino, el útero. 

pene dentro del proceso del concebir, requiere también de nuevo significado, pero no porque sera distinto, sino porque reconoceremos su poder y sentido original, representación de la energía masculina universal en la tierra, es la parte del cuerpo del hombre que contiene junto con el resto del aparato reproductor, la vida y el conocimiento. Es en sí mismo el representando de los misterios de la vida, por lo que tiene esa capacidad de conectar al hombre y a la mujer al recibirlo, o al meditar con él, recibir a la energía masculina universal. Es entonces un conductor de luz, el hombre entonces contiene la luz dentro y enciende la luz en nosotras al contacto con su pene, y nosotras somos el recipiente (útero) que contiene la luz, él puede tener luz naturalmente esa luz en al, pero esa luz no brilla porque es la corriente eléctrica, hasta que no hace contacto con la bombilla quien es quien contiene y regula esa corriente. Por eso se habla iniciáticamente que la sexualidad es el camino a la iluminación, y no solo para el hombre y para la mujer que la practican, sino a nivel humano y planetario si todos los hombres se alinean y despiertan comprendiendo el valor del contenido dentro de su cuerpo y reconocidos como portadores de vida, comenzaran a pasar la luz de manera más amorosa, y a quedarse en un solo lugar con el fin de preservar y nutrir esa luz, es por esto mismo que las relaciones promiscuas generan cortocircuito, porque un día recibes un voltaje , y al otro día otro, y el mismo prende la luz y la apaga de inmediato y no cultiva ese bombillo la luz. 

Tomemos en cuenta esto y observemos nuestras relaciones, para aprender a utilizar nuestra decisión y voluntad, sin miedo o creencias transgeneracionales, para poder abstenernos y nutrirnos de manera diferente desde el amor y la compasión por nosotros mismos. 

Siendo concepción consciente en cada acto de nuestras vidas, como mujeres y hombres.

Sajeeva Hurtado. 

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