CONEXIÓN ALIMENTACION Y SALUD (PRECURSORES)

Dra.Johanne Budwik (primera parte) 

Amigos, una vez al mes compartiré con ustedes la biografía de alguna renombrada mujer u hombre que haya contribuido a crear más consciencia y claridad respecto de la relación alimento=salud. El mes pasado les presenté la historia de Catherine Kousmine, una mujer luchadora que creyó en sí misma y en sus descubrimientos pese a la oposición que encontró en su camino. Hoy les dejo con Johanna Budwik. 

Nacida el 30 de septiembre de 1908 – muere el 19 de mayo de 2003. Johanna fue una científica alemana que estudió las grasas y sus efectos en el organismo humano, inclusive su relación con el cáncer. Desarrolló el Protocolo Budwig, una dieta supuestamente contra el cáncer. No hay ninguna evidencia de que ésta u otras dietas llamadas "anticáncer" altamente específicas sean eficaces. 

Aunque extensa, es esta una lectura que vale la pena integrar y en lo posible compartir con más personas para abrir paso a las posibiliades de cura de enfermedades que creemos implican una sentencia de muerte. Feliz lectura! 

La Dra. Johanna Budwig nos dejó en el año 2003, a los 95 años de edad. Una médico alemán que fue propuesta por seis veces para el Premio Nobel de Medicina, lo cual significa que quizás haya que tomar en consideración sus trabajos sobre la salud. Algunos dicen que fue una santa, pero otros que la conocen mejor piensan en ella como un dios. Curó de cáncer de muchos enfermos terminales, incluso de aquellos pacientes que el establishment había considerado ya intratables y les habían dado la sentencia de muerte. No sólo curó diferentes y raros casos de cáncer, sino que curó todos los tipos de cáncer, y lo hacía de una forma relativamente rápida, barata, fácilmente y de forma permanente. Utilizaba ingredientes no tóxicos que no producían efectos secundarios. Sus tratamientos reforzaban la salud de sus pacientes, y su tasa de curación fue superior al 90%, incluyendo, como decíamos antes, los casos de enfermos terminales. Los éxitos de la Dra. Budwig contrastan en gran medida con las tasas de curación del cáncer utilizando las terapias convencionales… 

Las armas secretas de la Dra. Budwig contra el cáncer eran el queso quark y el aceite de semillas de lino. Rápidamente se convirtió en el enemigo numero uno de las Industrias Química y Nuclear. Ha sido tan eficaz la labor de erradicación de sus trabajos, que quizás sea la primera vez que los lectores oigan hablar del Protocolo Budwig. Sus hallazgos fueron publicados por primera vez en la década de 1950. Sin embargo, todavía siguen estando censurados en la mayoría de los países. 

La Industria del Cáncer se basa en mentiras 

En primer lugar, el cáncer no se trata sólo de unos tumores que aparecen. La Medicina Oficial considera, aparentemente, que se trata de la misma cosa, pero no viene al caso ahora discutir sobre este asunto. Nos limitaremos a decir que el actual sistema lo que hace es perpetuar un tratamiento para los pacientes, algo que parece entra dentro de la agenda de los responsables políticos, en lugar de curar. Un paciente muerto no es rentable, ni tampoco un paciente sano. El dinero se hace en un término medio, pacientes que están vivos, pero no tanto. Esta Industria es tan rentable que es la quinta causa de quiebra en Estados Unidos. Cualquier investigador que encontrase una cura, rápidamente tendría que buscarse otro trabajo, y a ciertos nieves, todos los saben. El cáncer es la enfermedad más rentable de la Historia Médica y la Medicina Oficial tiene la intención de que esto siga así. 

El cáncer, esencialmente, es una epidemia moderna, asociada a las Industrias Alimentaria y Química, cosa que tiende a ser lo mismo. Sí existen evidencias de casos de cáncer en la Historia Antigua, pero era algo extremadamente raro, excepto en las ciudades por los casos de intoxicación por metales pesados (provocados por el hombre). 

Se nos dice que es de esperar que una persona de cada tres nacidas tenga cáncer, y esta tasa está aumentando rápidamente. Es obvio que algo turbio planea en torno a esta Industria, cuando se conocen las tres causas principales que lo causan: la radiación, los tóxicos y la desnutrición. De hecho, sería la tercera causa de muerte en Estados Unidos, según el censo de mortalidad ( sin contar los errores), y los tratamientos serían responsables de la mayoría de los fallecimientos que se atribuyen al cáncer, convirtiéndose en la segunda causa de muerte. La mayor parte de los médicos no discute las estadísticas, ya que en el 96% de los casos reducen la vida de las personas y no tienen una esperanza de vida de más de cinco años. Lo que no se dice es que la mayoría de los oncólogos no se someterían a los tratamientos que ellos prescriben contra el cáncer. Aunque con buenas intenciones en busca de la curación, mantienen una Industria que genera tan pingües beneficios… 

La impía Trinidad del Cáncer 

Las toxinas, la radiación y la acidosis ( por productos farmacéuticos y malnutrición) se constituyen en la impía Trinidad del Cáncer. La acidosis es la etapa final de esta condición mal entendida. Un lector avispado se habrá dado cuenta de que estas cosas están también producidas por la Medicina Oficial, incluso en su supuestamente valiente lucha contra el cáncer. Cuándo se acidifica nuestro sistema corporal se debe a los factores antes mencionados y a la medicina moderna, de modo que la sangre ve reducida su capacidad de retener y transportar el oxígeno. Las personas sanas tienen en sangre unos niveles de oxígeno de entre 98 a 100, en mediciones realizadas con un oxímetro de pulso, pero los pacientes con cáncer generalmente sólo muestran un nivel en torno a 60. El oxígeno se sustituye en la sangre de los pacientes con cáncer por desechos, tales como el dióxido de carbono. La falta de oxígeno causada por la acidosis lleva a la formación de tumores, células que deben mutar para obtener su energía de los procesos de fermentación. Las células normales obtienen la energía del oxígeno de la respiración, pero las células privadas de oxígeno deben mutar para sobrevivir, con fin de realizar un tipo de fermentación directa del azúcar, que es el mecanismo de autodefensa del cuerpo. Este proceso no es tan bioquímicamente limpio como la obtención de energía a base de oxígeno, y los productos de desecho producidos en el proceso de fermentación se acumulan en los tejidos, causando efectos tóxicos aún mayores: mayor acidificación y disminución del oxígeno celular. Todo el sistema inmunitario queda debilitado por el proceso de limpieza de tanto desecho presente en la sangre, por lo que no puede hacer frente a la eliminación de las células enfermas. De este modo, las células cancerosas se multiplican rápidamente y se propagan de forma incontrolada, creando los tumores ( un síntoma), que se encuentran en las últimas etapas del proceso canceroso. 

Todo lo anterior fue demostrado por el Dr. Otto Warburg, que ganó el Premio Nobel en 1931. Sus hallazgos, erradicados, por lo que seguramente la mayoría de los lectores no sepan de este gran médico, a pesar de haber ganado el Premio Nobel de Medicina en una época en la cual este premio todavía significaba algo. 

El secreto para vencer el cáncer es el aliento vivificador: el oxígeno. Técnicamente no es algo tan simple, pero si casi tan sencillo. El verdadero truco consiste en conseguir que el oxígeno llegue a las células de los tejidos profundos, y conseguir con ello que las células se nutran de nuevo. El régimen de la Dra. Badwig lo que hace es estimular este proceso. La mayoría de las terapias implica un ajuste del pH corporal más allá de un pH neutro y conseguir un estado alcalino. En el estado alcalino, la sangre humana es especialmente rica en oxígeno, y este mismo oxígeno es un poderoso veneno para las células cancerígenas mutadas. El oxígeno es inofensivo para las personas que ingieren una dieta saludable rica en antioxidantes. A pesar de no tener ningún interés para la Industria del Cáncer, los protocolos alcalinizantes anticancerígenos tienen distintos grados de eficacia y merecen nuestra atención. 

La Dra. Budwing encontró la forma de oxigenar a los pacientes, de una forma más rápida y eficaz que otras terapias. Sus resultados fueron superiores a los de otras terapias alternativas, mediante la utilización de una solución a base de aceite de semillas de lino y queso quark. Descubrió que las dietas “sanas” pobres en grasa formaban parte del problema. Su régimen eliminó las grasas perjudiciales y aquellos alimentos de la dieta que causaban una disminución del oxígeno celular, y los reemplazó por otros alimentos y por ácidos grasos esenciales, que salvaron muchas vidas. Junto con la dieta, hizo hincapié en los beneficios de la luz solar, las fuentes naturales de la vitamina D3, anticancerígena, y la eliminación de los problemas personales para reducir el estrés. (Sarah C. Corriher) 

“Sin estos ácidos grasos, las enzimas respiratorias no pueden funcionar y la persona se ahoga, incluso si está en un medio rico en oxígeno. Una deficiencia de estos ácidos grasos altamente insaturados afecta a muchas funciones vitales. En primer lugar, disminuye el suministro de oxígeno del que dispone la persona. No podemos sobrevivir sin aire y sin alimentos; no podemos sobrevivir sin los ácidos grasos. Esto ya se ha demostrado hace mucho tiempo”. Johanna Budwik 

A nuestra Salud! 

Shaida Vera Bilbao 

Nutricionista Holística 

www.centroactivo.cl 

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Y Vida en Equilibrio

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