Las heridas del niño interior: Tips para sanarlas. 

Todos tenemos heridas de la infancia, hay unas más marcadas que otras y que necesitan más trabajo de nuestra parte para sanarlas, pero de una u otra manera hemos tenido que enfrentar situaciones que nos han generado dolor y que aun marcan nuestras acciones y formas de relacionarnos en nuestra vida adulta. 

Por qué es importante sanar estas heridas? 

Para mejorar nuestras relaciones de pareja: Nuestros vacíos emocionales se deben a esas heridas del niño interior, 
 Para mejorar nuestras relaciones laborales: las figuras de autoridad de nuestra infancia y la forma como nos afectaron, generalmente se repiten en nuestros jefes y colegas. 
Mejorar la relación con nosotros mismos: recuperar el amor propio, la auto estima y auto concepto. 
Para ser mejores padres: para quienes lo son a veces pueden ver en sus hijos comportamientos que los reflejan y emociones que representan historias que no quieren repetir. 
Re conectarnos con la alegría de vivir, con la espontaneidad, la creatividad, la felicidad, son características del niño y al sanarlo le devolvemos ese espacio con esas virtudes a nuestra vida. 

Sabías que los seres humanos “grabamos” la mayor parte de nuestro guión de cómo seremos en nuestra vida adulta de los 0 a los 7 años de edad? 

Por eso es tan importante que como padres se fijen en las palabras, en la información y en las emociones que expresan con sus hijos ya que en la vida adulta estas acciones perduran y afectan el desarrollo emocional ya que actúan como creencias intrínsecas, las primeras relaciones con las figuras de autoridad en nuestra crianza son pautas de ese guión mental y forman nuestra matrices para las relaciones y es así como esa interacción con los profesores, padres y familiares nos muestran cómo nos relacionamos con los jefes, parejas e incluso a nivel familiar en la vida adulta, ahí es donde la sanación del niño interior es tan importante. Hay preguntas que ayudan a identificar cuáles son esa heridas. 

El Abandono: ¿le tienes miedo a la soledad y te has involucrado en relaciones poco sanas sólo para no sentirte sola? eso hace parte de la herida del abandono, por lo general son personas que se sintieron abandonadas porque sus padres se ausentaron por trabajo o por otras múltiples razones o que estando presentes no se hacían cargo de sus roles o responsabilidades parentales, también por muerte de un ser querido o situaciones de mucho de dolor se generan estas heridas de abandono, esto trae consigo la dificultad para poner límites y decir claramente lo que necesitamos por miedo a que haya un abandono entonces prefieren aguantar situaciones de maltrato y poco sanas por temor a la soledad, también se da el apego y se confunde con amor y hay una dependencia completa basada en el miedo a que la otra persona se vaya, cuando una persona dependiente de otra logra salir de esa relación tóxica y dañina al poco tiempo recae en una relación del mismo tipo y eso es señal de que no ha sanado esa herida emocional. 

El Rechazo: Hay momentos en donde nos sentimos descalificados o sobredimensionamos situaciones haciéndolas más grandes de lo que pensamos, un ejemplo de esto es cuando un jefe te llama la atención y sientes que por dentro hay algo que se quiebra, esa sensación es la de tu niño interior herido tomandolo como una descalificación, el miedo al rechazo es otra herida que queda de una infancia en donde nos sentimos rezagados e ignorados, se suele tomar dos posturas, la primera ser muy introvertido y la segunda es tomar una posición agresiva frente a los más débiles o los más introvertidos siguiendo una cadena de rabia y odio. 

La traición: Para todos es importante el valor de la palabra, para los niños puede tener un significado de más valor, cuando de niños nos hicieron promesas que después no se pudieron cumplir nos sentimos traicionados y de adultos nos cuesta confiar en los demás, en la amistad, en las parejas y en general en los demás. 

La sobreprotección: Cuando nuestros padres o cuidadores nos protegieron demasiado, también es posible que se halla generado una herida, pues sentimos que el mundo es un lugar peligroso, nos da miedo afrontar solos ciertas situaciones y creemos que no vamos a ser capaces de defendernos por nosotros mismos. 

Cuando hacemos este trabajo de sanación estamos fortaleciendo la inteligencia emocional. El buen manejo de las emociones es ese resultado de sanación de ese niño herido que tenemos dentro; no se trata de culpar a los padres, hay que hacer un proceso de perdón y aceptación para honrar a nuestros padres ya que ellos desde sus recursos y desde su propia historia nos brindaron esa formación, e hicieron lo mejor que pudieron desde el amor. 

Es importante empezar a ser nuestro propio mamá y papá haciéndonos cargo de nosotros mismos dándonos lo que nuestros padres no pudieron darnos, esto se hace desde unas tecnicas psicologicas guiadas por un profesional,  al cual puedes acudir. 

La sanación es continua, nunca dejamos de sanar, a medida que atravesamos este camino nos conectamos más con ese disfrute y alegría del niño interior además de mejorar aspectos en nuestras relaciones cotidiana. 

Tip de sanación del niño interior: 

Escríbele una carta a tu niño interior,  pregúntale como esta, qué piensa de sus padres, cómo nos percibe, qué le duele, ver si está triste, si tiene miedo y que le hace falta, esto con la mano derecha y con la izquierda respondemos esa carta generando un diálogo dejando fluir desde la escritura ese contacto inicial con tu niño interior. 

Ángela Cardona Gómez  
Psicóloga especialista en Terapia Gestáltica  
Master en PNL- Lider Coach. Directora de Mujeres Brillantes  
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